Capítulo 14.
—Hola, mamá —rascó su nuca nervioso con una mueca en el rostro, Jungkook estaba al otro lado del coche esperando al omega.
—¡Jimin! Hasta que te dignas a contestar —reprochó al otro lado de la línea totalmente molesta, no había sabido nada de él desde hace meses, estaba muy preocupada por su cachorro.
—Lo siento...
—Nada de lo siento, ¿estás bien? Nunca te desapareces así porque si, cuéntame —habló tratando de que su voz sonara tranquila pero por dentro estaba desesperada.
—Creo que no es el momento para hablar, mamá. En la tarde te llamo, no te preocupes estoy bien —sonrió cuando escuchó el suspiro por parte de su madre.
—Si no me llamas viajaré hasta allá, ¿entendiste?
Rió echando la cabeza hacia atrás, Jungkook frunció el ceño.
—No era para que diera risa, cachorro —contestó ofendida.
—Adiós, mamá —colgó.
Guardó el molesto aparato en su bolsillo, le hizo una seña a Jungkook para indicarle que ya se podían ir, el alfa asintió sin nada que decir. Entró al coche abrochándose el cinturón de seguridad, le sonrió al omega cuando este dejó un beso en su mejilla.
—¿Con quién hablabas? —preguntó cautelosamente no queriendo sonar celoso, aunque si lo estaba.
—Era mi madre, no hemos hablado desde hace mucho y solo estaba preocupada —recargó la cabeza en la ventanilla.
Jungkook se sentía estúpido.
—No hemos hablado de tu familia, si te voy a cotejar tengo que saber todo de ti —ppretó su muslo suavemente con su mano libre.
Las mejillas del omega se sonrojaron, todavía tenían mucho que hablar.
Llegaron al edificio en unos minutos, Jungkook cargó todas las bolsas sin dejar que el omega le ayudara, Jimin bufó inflando sus mejillas. Saludaron al portero al mismo tiempo ganándose un asentimiento por parte de él que los saludó amablemente.
Jimin abrió la puerta dejando pasar primero a Jungkook que era el que tenía las manos ocupadas, dejaron las bolsas en la mesa y decidieron tirarse en el sofá, Jimin se pegó más al alfa necesitando atención, Jungkook sonrió acunando las mejillas rojizas del omega entre sus grandes manos dejó piquitos en sus labios, Jimin ronroneó gustoso.
—Eres tan bello, omega, no puedo esperar para marcarte y que seas solo mío —gruñó besando su cuello justo donde debería ir la marca.
—A-Alfa —cerró los ojitos apretando las manos en sus piernas para controlarse.
Jungkook salió de su cuello donde estaba tan cómodo para mirarlo a los ojos. Jimin lo abrazó escondiéndose en su pecho, Jungkook acarició su espalda con la palma de su mano, bajó y subió haciendo círculos.
—Gracias por fijarte en mi Kook —susurró apenas audible—. Los demás alfas siempre jugaron conmigo, ya me estaba mentalizando a quedarme solo toda la vida y con cinco gatos.
El alfa gruñó apachurrándolo más en sus brazos.
—Yo no soy ellos, estaremos juntos toda la vida, eres mi destinado omega, no podría vivir sin ti. Esta semana seré el mejor alfa, claro que después también lo seguiré siendo pero tengo que ganarme tu confianza...
—Ya la tienes —interrumpió Jimin.
—Lo sé, bonito. Pero tengo que seguir al pie el cortejo, te daré muchos regalos y cuando sientas que en verdad soy el correcto para ti, te marcaré, y no Jimin, no puedes decirme que si al primero que te dé, tienes que estar muy convencido porque después de que te marque seremos alfa y omega. Antes de que eso pase nos iremos a un lugar donde pasaremos una semana juntos, así podré atender bien la marca y el lazo se podrá crear bien —besó su cabeza olisqueando su aroma.
—Está bien, alfa, ya entendí. Ahora tenemos que hablar de mi —se separó unos centímetros para acomodarse mejor, se subió en el regazo del alfa, ahora con más facilidad pudo dejar su carita en su cuello—. Mis padres viven en California, soy hijo único, a mi madre siempre se le complicó concebir por eso tal vez me tengan mucho aprecio, son muy sobre protectores, aún viviendo lejos de ellos siguen cuidándome, me visitan siempre para celebrar mi cumpleaños. Oh Dios mío, cuando conozcas a mis padres nos van a matar, bueno solo a mi, tal vez mi padre hable contigo aunque él no sabe de hablar sólo amenazar, mamá se lo tomará bien y convencerá a papá así no te matará.
Jungkook carcajeó, hubiera querido que sus padres estuviera tan cerca de él.
—No te rías, en serio mi padre da miedo. Hablaré con ellos más tarde por videollamada así podré ver sus caras de pánico, a veces me da risa como exageran.
El resto de la tarde solo se dedicaron a mimarse y darse besitos inocentes en los labios, cocinaron unos emparedados que Jungkook vio en internet pero se le quemaron así que terminaron pidieron comida china. El alfa terminó yéndose a su casa alrededor de las nueve, no quería irse pero tenía cosas que arreglar con Taehyung.
Después de cerrar la puerta el omega terminó de recoger la mesa y acomodar los platos secos, se duchó y colocó una suave pijama, se sentó en medio de la cama con varias notitas en su libreta, hizo cuentas de todo lo que tenía que pagar y administró bien el dinero que le quedaba, estos dos meses no iría a trabajar ya que al parecer pasó un incidente en la cafetería, nadie supo qué fue lo que pasó realmente.
Cerró la libretita negra y la dejó en su cajón, estuvo evitando todo este momento la llamada con sus padres pero ya era hora.
Abrió la computadora dejándola enfrente de él donde se pudiera ver bien, abrió zoom y conectó la llamada.
—¡Hola cachorro! —gritó alegre su padre, su mamá lo empujó a un lado para poder verse ella—. Jimin, ¿cómo estás pequeño? —sonrió viendo a su hijo a través de la pantalla.
—Mamá deja de decirme así ya estoy grande —rodó los ojos jugando con sus deditos.
—Siempre serás nuestro pequeño cachorro, recuerdo cuando no querías despegarte de mí para nada, ¿ya se te olvidó quién te limpiaba? —recriminó ofendida.
—¡Papá dile algo! —apenado escondió su rostro en sus manos, esta no era la plática que esperaba.
—Ya mujer, deja al niño. ¿Cómo has estado? Tienes tiempo sin hablar, ¿te va bien en el trabajo? —preguntó interesado luego de acomodarse a un lado de su esposa para poder aparecer los dos en la pantalla.
—Todo va más que perfecto aunque ahora me he quedado sin trabajo ya que ocurrió un accidente. Bueno quería llamarlos porque han pasado muchas cosas que deberían saber...
—Cuéntanos —su madre se inclinó hacia enfrente.
—Conocí a un alfa hace meses y... me está cortejando —sonrió mostrando sus dientes.
—¡¿Qué?! —gritaron al mismo tiempo, Jimin dio un brincó en su lugar—. Jimin espero haber escuchado mal, no pueden cortejarte, sabía que cuando te irías de la casa pasaría esto, ves mujer te dije que no lo dejaras irse.
El omega se quedó ahí viendo a sus padres sin nada que decir.
—Yo... cachorro —habló su madre.
—¿Si, mamá?
—¿Te hace feliz? Si te hace feliz yo no me voy a interponer. Alfa, Jimin ya no es un cachorro aunque para nosotros lo siga siendo, creo que ya era el momento —su madre suspiró.
—¡Mujer cómo dices eso!
—Alfa ya basta —lo miró mal, él solo asintió y se sentó a un lado de ella—. Cuéntanos sobre él, ¿es lindo?, ¿trabaja?
—Es muy lindo mamá.
Con solo ver el brillo en los ojos de su hijo supo que todo estaba en orden.
—Y si trabaja, tiene una empresa, cuando venga podemos hacer de nuevo videollamada así podrán conocerlo —les dijo animadamente.
—Mhm, quiero conocerlo pero no por llamada, el próximo mes te visitaremos —anunció su padre, Jimin asintió, era lo único que le quedaba no podía negarse—. Bueno hijo, ya fueron muchas noticias por hoy, no queremos que nos salgas con que estás en estado —bromeó su madre, abrió los ojos volviendo a ver a su hijo.
—¿Qué? ¡No! No mamá —negó rápidamente con las mejillas coloradas.
—Yo de aquí no salgo vivo, adiós cachorro cuídate de ese alfa, si te hace algo no dudes en decirme recuerda que tenemos contactos.
—Deja de amenazar papá, nos vemos —cerró la computadora echándose para atrás, sus manos arriba de su cabeza mientras miraba el techo.
✧✦✧
La omega de pelo castaño revuelto por el frío viento de esa noche estaba mirando el edifico con el ceño fruncido totalmente molesta, el saco negro le llegaba hasta debajo de la rodillas y su piel estaba muy pálida.
—Jungkook es solo mío —apretó los dientes.
Se dio media vuelta cuando un carro se aproximó, tenía un obstáculo que desaparecer.
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